"Todo lo que hagas, hazlo bien... si te vas a levantar hazlo bien, si te vas a vestir hazlo bien, si te vas a despedir de tu familia hazlo como si fuera el último saludo... es hacer las cosas bien". Las personas que dan más de lo que reciben, a su familia, a sus hijos, a sus trabajadores, a sus empleados, a su sociedad, van a llegar al tercer paso: el bien estar".
Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano. Rebeldita
Comentarios
Publicar un comentario