No basta querer, hay que creer. Aquí ya le dedicamos un post con el mismo título: No basta querer, hay que creer. Hemos hablado muchas veces de ello. Somos adictos (y esclavos) a nuestras creencias. Hace poco le escuché a Oprah Winfrey la siguiente frase: "Tú te conviertes en lo que crees. Estás donde estás hoy en tu vida basado en todo lo que has creído". Tus Creencias (positivas o negativas) son energía, que dan lugar a Pensamientos (positivos o negativos) que dan lugar Sentimientos (positivos o negativos) que desembocan en Comportamientos (ganadores o ramplones).
El optimismo es esencial. Es fácil ser perseverante y luchar cuando uno va ganando; lo difícil, evidentemente, es mantener un tono vital alto cuando las cosas se ponen feas. Ninguna biografía, ni en lo personal ni en lo profesional, es una línea recta. Está jalonado de momentos bueno y otros no tanto. En estos últimos es donde hay que demostrar resiliencia. Es fácil se optimista desde una distancia segura, lo que hay que demostrarlo es en momentos complicados. Pero es una cualidad indispensable para llegar lejos.
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