Ir al contenido principal

no tengo talentos especiales...pero sí soy profundamente curiosa...

Al enfrentarnos a un problema solemos buscar la solución con base a la lógica y a nuestras experiencias anteriores, lo cual funciona para muchos de los problemas de nuestra vida. Sin embargo, de vez en cuando debemos afrontar situaciones totalmente nuevas y desconocidas para nosotros en las cuales nuestro pensamiento tradicional se queda corto.
Para mostrar lo presente que está este tipo de pensamiento tradicional en nosotros, a continuación les dejo un ejemplo que encontré en Ateneu Popular:
-¿Sabes qué es un tomate con un traje azul y una capa roja?
- No
- Pues ¡super tomate!
- Y ¿un pepino con un traje azul una capa roja?
- ¡Super Pepino! (diría nuestro pensamiento lógico)
- ¡No! Un pepino disfrazándose de ¡Super Tomate!
Debo confesarles que yo pensé que el tomate se había disfrazado de Superman XD pero bueno… jeje, creo que el anterior es un buen ejemplo para ilustrar de lo que trata el pensamiento tradicional o lógico. Ahora, por otro lado, existe lo que se llama el pensamiento lateral cuyo fin es explorar nuevos caminos que antes no habíamos visto al enfrentar un problema o situación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ESTAR PRESENTE

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano. Rebeldita
DE MI PERRO APRENDI , QUE CUANDO ALGUIEN HA TENIDO UN MAL DIA , NO HACE FALTA MAS QUE GUARDAR SILENCIO, SENTARSE CERCA Y ACOMPAÑARLO

...si...lo aprendí...

  “Una cosa yo he aprendido de mi vida al caminar, no puedo ganarle a Dios, cuando se trata de dar. Por más que yo quiero darle, siempre me gana Él a mi, porque me regresa más de lo que yo le pedí. Se puede dar sin amor, no se puede amar sin dar, si yo doy no es porque tengo, más bien tengo porque doy. Y cuando Dios me pide, es que me quiere dar, y cuando Dios me da, es que me quiere pedir. Si tu quieres, haz el intento y comienza a darle hoy, y verás que en poco tiempo tu también podrás decir: Una cosa yo he aprendido de mi vida al caminar, no puedo ganarle a Dios cuando se trata de dar.