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Ten la mente abierta
No descartes una idea solo porque nunca la haz escuchado antes, piensa en ¿por qué no? o ¿qué pasaría si?. Un buen paso para empezar con esto es estudiar el pensamiento lateral, el cual se trata de una habilidad mental adquirida para encontrar soluciones mediante métodos no tradicionales que son usualmente ignorados por el pensamiento lógico.




Aprende a aprender
Estudia los temas que te interesen, lee libros que no sean de ficción, investiga puntos de vista opuestos, apúntate a clases relacionadas con tus intereses profesionales. Nunca dejes de aprender, ni de capacitarte.




Sal de la rutina
Intenta cosas nuevas para estimularte. Explora tu ciudad, lee un libro que no escogerías usualmente, aprende a tocar guitarra, etc. Mientras que hagas cosas nuevas tu cerebro se verá en la obligación de mantenerse activo y despertar las habilidades del pensamiento crítico.




Hazte preguntas constantemente
Los pensadores críticos son curiosos y buscan el por qué de las cosas. Re-define las soluciones y los problemas que tienes a tu alrededor, ¿Por qué tal proceso se hace de dicha manera? ¿Por qué el producto debe ser de tal forma o contener tal cosa?.


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ESTAR PRESENTE

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano. Rebeldita
DE MI PERRO APRENDI , QUE CUANDO ALGUIEN HA TENIDO UN MAL DIA , NO HACE FALTA MAS QUE GUARDAR SILENCIO, SENTARSE CERCA Y ACOMPAÑARLO

...si...lo aprendí...

  “Una cosa yo he aprendido de mi vida al caminar, no puedo ganarle a Dios, cuando se trata de dar. Por más que yo quiero darle, siempre me gana Él a mi, porque me regresa más de lo que yo le pedí. Se puede dar sin amor, no se puede amar sin dar, si yo doy no es porque tengo, más bien tengo porque doy. Y cuando Dios me pide, es que me quiere dar, y cuando Dios me da, es que me quiere pedir. Si tu quieres, haz el intento y comienza a darle hoy, y verás que en poco tiempo tu también podrás decir: Una cosa yo he aprendido de mi vida al caminar, no puedo ganarle a Dios cuando se trata de dar.