Ir al contenido principal

causa-efecto

Un ejemplo de la relación causa-efecto es el “dectector de mentiras” o polígrafo que lo que en realidad detecta son respuestas fisiológicas (variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, entre otras) generadas por la persona puesto que se creia que toda persona realiza un proceso lineal cuando se le hace una pregunta: estímulo → pensamiento → emoción → adecuación anatomofisiológica → respuesta. Aunque, el polígrafo tiene una fiabilidad alta para personas del común en la detección de mentiras, en el caso de individuos psicópatas no tiene tanta fiabilidad debido a su falta de emociones. Este es un caso claro de correlación y causalidad. Hay una gran correlación entre detectar mentiras y la casualidad de detectar alteraciones en el cuerpo humano; pero aunque el porcentaje de aciertos es muy elevado no tiene rigor científico.
“Si cree que la educación es costosa, trate de calcular el costo de la ignorancia.”
-Brian Tracy
Entonces, ¿cómo aprendemos a pensar críticamente?
“Esta es tu última oportunidad. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creer. Si tomas la roja, te quedarás en el país de las maravillas, y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos.”
- Morfeo a Neo en The Matrix

Comentarios

Entradas populares de este blog

ESTAR PRESENTE

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano. Rebeldita
DE MI PERRO APRENDI , QUE CUANDO ALGUIEN HA TENIDO UN MAL DIA , NO HACE FALTA MAS QUE GUARDAR SILENCIO, SENTARSE CERCA Y ACOMPAÑARLO

...si...lo aprendí...

  “Una cosa yo he aprendido de mi vida al caminar, no puedo ganarle a Dios, cuando se trata de dar. Por más que yo quiero darle, siempre me gana Él a mi, porque me regresa más de lo que yo le pedí. Se puede dar sin amor, no se puede amar sin dar, si yo doy no es porque tengo, más bien tengo porque doy. Y cuando Dios me pide, es que me quiere dar, y cuando Dios me da, es que me quiere pedir. Si tu quieres, haz el intento y comienza a darle hoy, y verás que en poco tiempo tu también podrás decir: Una cosa yo he aprendido de mi vida al caminar, no puedo ganarle a Dios cuando se trata de dar.